Serge Raynaud de la Ferrière es uno de los
Maestros contemporáneos de yoga que se distinguen tempranamente por su origen
europeo y su formación en Europa, el Tibet y la India. Contemporáneo a Indra
Devi, Constant Kerneiz (Félix Guyot) y Mircea Eliade entre otros, forma parte
de la primera generación de maestros e investigadores occidentales del yoga en
profundidad.
De la Ferrière inicia su contacto con la
India en Sri Lanka (antes Ceylán), a donde viaja el 15 de marzo de 1950 al
puerto de Colombo, capital de este país. Luego viaja a Jaffna, al extremo norte
de la isla de Sri Lanka y es recibido en la misma estación por Swami
Navaratman, el cual tenía su Ashram en el norte de la isla de Ceilán, sobre el
golfo de Bengala, un swami de quince años de experiencia que había viajado por
todo Ceilán, India, Tibet y Burma, y dominaba el alemán, francés, inglés, pali,
indostaní, cingalés, tamil y tibetano. Fue monje budhista durante ocho años; es
especialista en sánscrito, hebreo, filosofa oriental; un Yoghi ampliamente
reconocido.
A través de Navaratyman conoce en Jaffna a
un Gran Místico: Shri Gurují Yogaswami, quien lo recibe y lo instruye y le
entrega un reconocimiento especial por lo que Navaratman le dice que ahora es
bendito en toda la India y que puedo decir que Yogaswami lo aceptó. Luego le
fue otorgado el emblema que portan los Guruj, de manos de Swami Navaratman y le
nombra Shandra Bala (el hijo de la luna); para posteriormente darle las
instrucciones preliminares para vivir como un Sanyassín
En la ciudad de Colombo, en el marco de una
entrevista periodística, afirma su visión del yoga para Occidente:
“...Es sobre las bases tradicionales que
presento la yoga para el mundo activo y pensante. (...) No existe una nueva
yoga al mundo; ya todo ha sido dicho y tocado en su estudio. Solamente los
métodos han sido diferentes (...) Considerada como yoghismo es propicia al
estudio pues realmente yoga, que significa unión, no requiere de explicación, y
lo siento por aquellos que no han comprendido (...) Desde mi punto de vista (y
no como mi concepción) la multitud de ramificaciones de la yoga ha dado lugar a
una división como ocurre en religión, siendo que yoga quiere decir unión
(...)."
El Yoghismo no excluye nada: son las
distintas experiencias que llevan al estudiante a los diversos estados
requeridos para la Iluminación final: las diferentes yogas son indispensables,
pero no hay razón en separarlas en vez de presentarlas como un programa de
evolución."
"...se debe seguir un Yoghismo (como
doctrina) para documentarse hacia la Yoga (como sistema), la cual comprende
además un conjunto de ciencias y filosofías que permite finalmente la gran
realización, la unión, la Identificación, el yug."
Sin embargo de la Ferrière considera como
eje de su propuesta al Hatha Yoga, la cual define:
“es el dominio de la acción dinámica. ha
quiere decir Sol y tha es la Luna, la unión de las dos polaridades simbolizadas
por los dos luminares (el ojo del día y el ojo de la noche, las Luces del
Cosmos), es el camino de la realización por la violencia, es la acción violenta
sobre el cuerpo físico para la maestría de las reacciones, para controlar las
sensaciones, suprimir las reacciones inconscientes (tics, manías), en fin,
dirigir la voluntad en el sentido que se desea para obtener una energía capaz
de pilotear el pensamiento hacia la unión absoluta de lo individual con lo
universal”.
Algunas de sus ideas:
§ En el Yoghismo, como en todo, tenemos dos polaridades: un método positivo y
otro negativo, si así se puede decir, de tal manera que mantra- yoga,
bakthi-yoga, raja-yoga, etc., constituyen técnicas pasivas, negativas que
implican un trabajo subjetivo, en tanto que hatha-yoga, la jnana, la laya,
etc., son los aspectos positivos, activos, objetivos.
§ El Samadhi-yoga es un período final del yoghi cuando ha experimentado las
diversas vías y verdaderamente no desea ya sino el estadio final y definitivo.
§ De hecho las diversas líneas de yoga son como las leyes de la existencia;
el yoga es una ley de vida, es un sistema real, un estándar de vida, un conocimiento
de las leyes naturales para aprovechar al máximo los poderes que existen dentro
de nosotros.
§ No tengo el propósito de establecer una nueva doctrina yoga, pues
simplemente deploro la idea de división que separa hasta los mismos alumnos de
Yoga, la cual debe ser un sistema universal sin subdivisión. Se podría
establecer un método que abarcara todo con el nombre de Yoghismo y el hecho de
alcanzar la meta final de este sistema constituiría la Yoga, puesto que ello
sería el cumplimiento del YUG en toda la acepción del término.
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