viernes, 29 de abril de 2016

¿Sabes qué es la alimentación macrobiótica?


En la actualidad es común que vinculen esta tradición con el vegetarianismo, el veganismo y los alimentos orgánicos. Es común escuchar a un practicante de yoga que combina estas tres concepciones de la alimentación en su dieta diaria: “Practico yoga y soy vegano, macrobiótico y orgánico”
En la cocina macrobiótica  se fusionan muchas tradiciones culinarias de diversas culturas, en particular por el uso de cereales y gramíneas como base. No olvidemos que las grandes culturas del mundo se alimentan en base a un  cereal que actúa como eje.
Al parecer la comida macrobiótica viene del Japón, es George Oshawa quien la lleva a Europa en la década de los treinta. Es hasta la década de los cincuenta que la macrobiótica llega a América, por discípulos de este linaje culinario como son Herman Aihara, Cornelia Aihara, Tomio Kikuchi, Michio Kushi y Aveline Kushi y posteriormente los alumnos de éstos, la difundieron.


La macrobiótica consiste en una enseñanza holística que tiene como principio el desarrollo de la conciencia humana. Así, se la puede considerar como una técnica de desarrollo humano personal, lo que la vincula al yoga y a diversas disciplinas espirituales.
El principio teórico de la macrobiótica parte de la idea de la complementariedad entre el Yin y el Yang: dos "fuerzas”, antagonistas pero inseparables, que constituyen la manifestación del Uno o el Todo. Según esta visión, todas las cosas de este mundo están regidas por la dinámica permanente entre estas dos fuerzas. Esta dinámica constituiría "las leyes de la vida" o, como Ohsawa la denominaba, el "orden del Universo".
La macrobiótica postula que si se come según este principio, el organismo entero se armoniza (en primer lugar físicamente y después en otros planos) haciendo que la conciencia se vuelva lúcida, y perciba con mayor claridad la realidad.
En definitiva, se puede definir la "manera macrobiótica de comer" de diversas maneras, todas ellas correctas: como un camino de desarrollo humano integral.
Un principio destacado es que así como cuando se bebe demasiado alcohol el comportamiento se modifica, así también, cualquier sustancia introducida en el organismo (incluyendo todos los alimentos) produciría el mismo efecto; por ello, el consumo habitual de ciertos alimentos provocaría estados alterados en el nivel emocional, que afectan la capacidad de concentración y la conciencia.
Se asume el principio clásico de comer sólo cuando se tiene hambre y sólo la cantidad necesaria (o ser consciente de que, fuera de eso, el resto son excesos, aunque sean bien placenteros y a menudo ciertamente innecesarios).
Tomar alimentos provenientes del medio en el que se vive y de temporada, éstos nos corresponderán de una manera más armoniosa, ya que el hombre, como los alimentos, también es un producto de su medio.
Los cereales integrales
Según la macrobiótica la base de la alimentación son los cereales, se consumen de preferencia en forma de granos integrales (cuando un alimento está refinado, lo que implica que se le ha quitado algo, por fuerza se lo desequilibra).
Vegetales y productos animales
La macrobiótica no es en principio un régimen vegetariano sin que esta misma esté en contradicción con la alimentación vegetariana. Cuándo se come vegetariano, se aconseja tomar en primer lugar aquéllas verduras que crecen bajo tierra ─raíces─, ya que serían las que complementan mejor a los cereales; a continuación vienen todo el resto. Se utilizan los "alimentos específicos", como algas, derivados de la soja como el miso y salsas de soya.



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