En la actualidad es común que vinculen esta tradición con
el vegetarianismo, el veganismo y los alimentos orgánicos. Es común escuchar a
un practicante de yoga que combina estas tres concepciones de la alimentación
en su dieta diaria: “Practico yoga y soy vegano, macrobiótico y orgánico”
En la cocina macrobiótica
se fusionan muchas tradiciones culinarias de diversas culturas, en
particular por el uso de cereales y gramíneas como base. No olvidemos que las grandes
culturas del mundo se alimentan en base a un
cereal que actúa como eje.
Al parecer la comida macrobiótica viene del Japón, es
George Oshawa quien la lleva a Europa en la década de los treinta. Es hasta la
década de los cincuenta que la macrobiótica llega a América, por discípulos de
este linaje culinario como son Herman Aihara, Cornelia Aihara, Tomio Kikuchi,
Michio Kushi y Aveline Kushi y posteriormente los alumnos de éstos, la
difundieron.
La macrobiótica consiste en una enseñanza holística que tiene
como principio el desarrollo de la conciencia humana. Así, se la puede
considerar como una técnica de desarrollo humano personal, lo que la vincula al
yoga y a diversas disciplinas espirituales.
El principio teórico de la macrobiótica parte de la idea de
la complementariedad entre el Yin y el Yang: dos "fuerzas”, antagonistas
pero inseparables, que constituyen la manifestación del Uno o el Todo. Según
esta visión, todas las cosas de este mundo están regidas por la dinámica
permanente entre estas dos fuerzas. Esta dinámica constituiría "las leyes
de la vida" o, como Ohsawa la denominaba, el "orden del
Universo".
La macrobiótica postula que si se come según este
principio, el organismo entero se armoniza (en primer lugar físicamente y
después en otros planos) haciendo que la conciencia se vuelva lúcida, y perciba
con mayor claridad la realidad.
En definitiva, se puede definir la "manera
macrobiótica de comer" de diversas maneras, todas ellas correctas: como un
camino de desarrollo humano integral.
Un principio destacado es que así como cuando se bebe
demasiado alcohol el comportamiento se modifica, así también, cualquier
sustancia introducida en el organismo (incluyendo todos los alimentos)
produciría el mismo efecto; por ello, el consumo habitual de ciertos alimentos
provocaría estados alterados en el nivel emocional, que afectan la capacidad de
concentración y la conciencia.
Se asume el principio clásico de comer sólo cuando se tiene
hambre y sólo la cantidad necesaria (o ser consciente de que, fuera de eso, el
resto son excesos, aunque sean bien placenteros y a menudo ciertamente
innecesarios).
Tomar alimentos provenientes del medio en el que se vive y
de temporada, éstos nos corresponderán de una manera más armoniosa, ya que el
hombre, como los alimentos, también es un producto de su medio.
Los
cereales integrales
Según la macrobiótica la base de la alimentación son los
cereales, se consumen de preferencia en forma de granos integrales (cuando un
alimento está refinado, lo que implica que se le ha quitado algo, por fuerza se
lo desequilibra).
Vegetales
y productos animales
La macrobiótica no es en principio un régimen vegetariano sin
que esta misma esté en contradicción con la alimentación vegetariana. Cuándo se
come vegetariano, se aconseja tomar en primer lugar aquéllas verduras que
crecen bajo tierra ─raíces─, ya que serían las que complementan mejor a los
cereales; a continuación vienen todo el resto. Se utilizan los "alimentos
específicos", como algas, derivados de la soja como el miso y salsas de
soya.
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