Los alimentos que afinan sin distorsión, que permiten
observar el ritmo, que permiten la flexibilidad muscular, que no alteran los
procesos metabólicos, los alimentos vinculados a la energía del Sol, los
alimentos naturales, son cualitativamente sattvicos.
Lejos de clasificar al mundo entre tamásicos, rajásicos y
sattvicos, lo que ha generado inclusive deformaciones racistas y clasistas, el
estudio de las cualidades de la naturaleza pueden ser vistas como “llaves” que generan la base para
la posibilidad de iluminar las partículas de energía con la experiencia
personal. Como hemos afirmado: la oportunidad de develar en sí mismo la
experiencia de que la realidad es tal cual, pero también, de muchas otras
maneras.
La energía
cualitativamente diferenciada por el yoga a través de los Gunas, se refieren a
estados instintivos, emocionales y
racionales que se vinculan con actitudes. Estas son básicamente calidades o
tonos de la vibración y se encuentra en todo, especialmente en el ser humano.
El ser humano tiende a
la trascendencia. Se debate desde el plano animal hasta la conciencia
transpersonal. Este transitar requiere de una disciplina, de un trabajo que
facilite el cambio de la inmovilidad y la actividad apasionada destructiva,
para arribar a la conciencia meditativa (no religiosa).
El alimento satvico de
refiere a la dieta más pura, la más
conveniente para cualquier estudiante del yoga. El alimento se convierte en un
medio para un estado mental despierto, permitiéndole funcionar en su potencial
máximo. Una dieta sattvica conduce así salud: un flujo equilibrado de la energía.
Los alimentos Satvicos incluyen los cereales, el pan integral, la fruta y
vehículos frescos, los jugos de fruta naturales, los lácteos no saturados, las
legumbres, las tuercas, las semillas, las semillas brotadas, la miel, y tés sin
cafeína.
Una dieta sattvica es muy
importante desde la perspectiva emocional
para acceder a una actitud de
calma en nuestra la mente y prepararla para el paso a una mente
meditativa.
El deseo de ir más allá que la reactividad ante el deseo
solo es posible cuando se han experiencias que nos permiten ubicar al deseo y
al apego como la causa raíz del
sufrimiento. Sattva
se puede traducir como calidad. Este Guna denota las cualidades tales como pureza, brillo y esencia.
Es también ligero. Sattva es la
calidad más buscada por todas las tradiciones espirituales.
El estudio de los Gunas desde la perspectiva del yoga nos lleva a una
concepción diferente en las relaciones humanas, la capacidad deseable de
implicación con las personas que nos rodean, implica el establecimiento de
relaciones conscientes, distinguiendo a las personas que son tóxicas en su
actitud y en la creación de sus ambientes por su vinculación estrecha a la
cualidad Tamásica o Rajásica. Si nos asociamos a la gente tamásica o rajásica,
entremos en su influencia energética. Y no es una opción de aislamiento, sino
de selección y vinculación cualitativamente consciente. Las personas sattvicas
por su naturaleza, en contraste, nos influyen
positivamente para encontrar nuestro propio potencial.
Una actitud sattvica es inteligente y mantiene el balance,
facilita el desarrollo de la virtud y la bondad. Crea armonía y estabilidad y
es de naturaleza liviana y luminosa, provee satisfacciones duraderas en tanto
profundas. Es el principio de la claridad para observar a la razón y a nuestra
emociones.
Sattva es el principio fundamental de la vida y es
traducida como sabiduría o conciencia misma. A menos que la mente esté calmada
y clara no podemos percibir apropiadamente, es la llave para la salud,
creatividad y espiritualidad.
Sattva es la frecuencia
más fina que adopta la naturaleza. Rajas
es la fuente de energía catalítica intermedia. Tamas es el lugar de reclinación, el modo más embotado de la
energía material.
Adrian Marcelli
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